Ha llegado el verano, estás a punto de partir hacia tus ansiadas vacaciones, pero este año estás en período de gestación y te preguntas: ¿Puedo tomar el sol durante el embarazo? La respuesta es sí, ¡se puede tomar el sol durante el embarazo!
¿Puedo salir al sol como de costumbre?
La exposición solar es muy importante para nuestro organismo, ya que el sol nos ayuda a sintetizar la vitamina D, fundamental para un desarrollo saludable del bebé y útil para fortalecer los huesos de la madre. Lo importante es protegerse de la manera correcta y tener un cuidado extra.
- Evita las horas pico: cuanto más fuertes sean los rayos UV, mayor será el riesgo de quemaduras solares. Los rayos UV son más fuertes cuando el sol está más alto en el cielo, así que evita o limita tu tiempo al aire libre entre las once de la mañana y las cinco de la tarde.
- Aplica crema solar: asegúrate de aplicar protector solar 15-30 minutos antes de salir, repite la aplicación regularmente y después de cada actividad en el agua y actividades deportivas. Debes evitar los protectores solares de oxibenzona porque la piel absorbe fácilmente la sustancia química que se ha relacionado con bajo peso al nacer, presión arterial alta, diabetes tipo 2 y desequilibrios hormonales.
- Sombreros y gafas de sol: usa un sombrero para protegerte ante una insolación y gafas de sol que proporcionen protección de categoría 4 ante los rayos UVA y UVB.
- Hidrátate: No debemos olvidar que el aumento del volumen sanguíneo durante la gestación favorece un aumento de la temperatura corporal, sumado a las condiciones climáticas propias del verano, debemos prestar atención a la hidratación para evitar mareos, hipotensión e incluso golpes de calor.
Así cambia tu cuerpo durante el embarazo
Durante el embarazo, la situación hormonal cambia: como resultado, los melanocitos, las células de la piel que producen melanina, se estimulan para producir más melanina. Sin embargo, esto no sucede de manera uniforme en todo el cuerpo: algunas áreas, como la areola o la línea entre el ombligo y el pubis, la llamada línea blanca, se ven afectadas y, de hecho, se oscurecen a lo largo de la gestación.
La cara también puede verse afectada: se pueden desarrollar manchas oscuras, especialmente en la frente, los pómulos, el mentón y los labios superiores, dando como resultado manchas llamadas melasma. Sigue los consejos de Everlyps para la exposición al sol: pues, la luz ultravioleta estimula el sistema de melanocitos para producir melanina, y la luz solar puede empeorar las cosas durante los períodos en que los melanocitos ya están «alborotados».
Si tengo la piel oscura, ¿no tengo riesgo de que me salgan manchas?
No, al contrario. Las mujeres con mayor riesgo son aquellas con un fenotipo más oscuro. Esto se debe a que su piel está genéticamente predispuesta a producir más melanina. En resumen, todas las gestantes deben tener cuidado con la protección solar durante este período: las futuras mamás de piel clara son más propensas a las quemaduras solares y las futuras mamás de piel oscura son más propensas al cloasma.
¡Esperamos que este artículo haya resuelto dudas a todas aquellas futuras mamis que quieran tener una piel bronceada y a la vez proteger su salud y la de su bebé!
